"Cuenta la leyenda o Mis abuelos me contaban..."
Cuantas, cuantas veces abremos oído cualquiera de estas frases al comienzo de una historia de "espantos" como les llaman de Sayula hay muchas y muy variadas y en cada familia se cuentan tal ves de una u otra manera pero siempre nos remonta al mismo lugar: al Sayula antiguo, ese que nos cuentan que hay debajo del cerro, de la Señora o Bruja que maldijo al pueblo y desde entonces no prospero igual, de aquellas épocas en las que el dinero se guardaba en sacos y era de oro puro y decían que si se lo hallaba, que si lo enterraban en el patio de las casas ya por la época de los Cristeros, ya por codicia o miedo por que era la única manera de protegerlo.
Y quien no escucho alguna vez esas historias de si se aparecía el diablo en forma de perro, o el diablo de tantas otras formas queriéndose llevar las almas de los pobres que se lo topaban "pos el alma se llevaba del puritito susto que les daba", quien no después de escuchar que la muerte venia en carreta no habrá escuchado los cascos de esos caballos que tiraban de ella.
Sayula tan mágico y encantado por que mas que historias o leyendas lo maravilloso es que se juntaban en las casas a contarlas de Padres a hijos y aun así se sigue, no es lo que encuentras si tecleas en una computadora, si no como lo narran y aveces "hasta la piel se pone chinita de acordarse" , por que ay quien lo vio o lo vivió.
Mi abuelo decía que para que un anima te dejara en paz, había que ponerle agua y luz que es lo que buscan.... por si acaso o algún día resulta que el anima de Sayula si existía tal vez esas monedas no serán mas que el pago de la buena acción... que con la luz se les da a las animas cando venían... pero eso, eso lo contaba mi abuelo. Sera que un día le toco ver algún anima en pena? o su abuelo le habrá contado de esa agua y esa luz que hay que poner para no ver lo que aveces aun da miedo.
No se si existe lo sobrenatural, pero lo encantado si, me lo dicen estas calles cuando las camino que aun siguen sus portales siendo mudas testigos y son lo único que dividen lo que fue de lo que somos, se siente en las casas que aunque son construcciones tan antiguas conservan todo su esplendor, lo cuentan los abuelos y nosotros a nuestros hijos y así seguirá Vivo! el Sayula encantado debajo del cerro, ese que si llegas a conocer alguna vez se te harán dos minutos y puede hayan pasado años.
JezraeLuna*
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